jueves, 19 de noviembre de 2009

COMUNICADO DE PRENSA


El movimiento sísmico de 3,5 en la escala de Ritcher, acontecido en la localidad correntina de Ituzaingó el pasado 10 de noviembre, es otra muestra más de la peligrosidad que implica la construcción de emprendimientos hidroeléctricos de gran envergadura en esta región.

Ya en 1948 había existido un movimiento sísmico de 5.5 que se hizo sentir en las localidades correntinas de Goya, Curuzú Cuatiá y Monte Caseros lo que muestra la irresponsabilidad con la que fue construida la represa hidroeléctrica de Yacyretá.

A todo esto se le debe sumar la falla sobre la que está construida la represa de Itaipú y que exige una manutención permanente.

Estas circunstancias, que ponen en evidencia el real peligro en el cual nos encontramos, y todas las demás ya conocidas, tales como la relocalización de personas y la consiguiente fractura del tejido social, problemas sanitarios, inundación de tierras fértiles y de bosques nativos, destrucción de la flora y la fauna, etc., son los que nos llevan a reafirmar una vez más nuestra negativa a la construcción de Corpus Christi, Roncador, Garabí y a ninguna otra represa sobre nuestros ríos Paraná, Yguazú y Uruguay.

Posadas, Noviembre de 2009

SERVICIO DE PAZ Y JUSTICIA

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PABLO C. PARADELA
Servicio de Paz y Justicia
Secretariado Misiones
Tomás Guido 2251-Posadas
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SISMOS, REPRESAS Y DESPUÉS…

AGUAFUERTES AMBIENTALES

SISMOS, REPRESAS Y DESPUÉS…

El 10 de Noviembre pasado, en la localidad de Ituzaingó, Provincia de Corrientes, se produjo un movimiento sísmico de 3,5º en la escala de Ritcher.

En la zona referida se encuentra la represa hidroeléctrica de Yacyretá, lugar en el que, en principio y de acuerdo a las escasas informaciones al respecto, tuvo su epicentro el fenómeno.

Es sabido que todo movimiento telúrico encierra cierto grado de riesgo, sobre todo en relación a la instalación en el lugar de ocurrencia, de personas, ciudades o distintos tipos de construcciones.

Situación que puede potenciar los efectos negativos, ante la presencia de mega obras, como represas, edificaciones de magnitud y otras realizaciones.

Sin perjuicio de ello, los diques hidroeléctricos monumentales, son un riesgo en si mismos y sus impactos afectan el clima, agua, vientos, biodiversidad y generan un verdadero descalabro social de proporciones impredecibles e imprevisibles.

Frente a esta circunstancia y sin el ánimo de generar alarma o temores infundados, pero si de hacer las alertas pertinentes, quiero reproducir un estudio sobre el tema, que había incluido en mi libro “La Represa del Paraná Medio – Una Nueva Forestal”.

La referida investigación fue efectuada, casi dos décadas atrás por el Conicet y la Secretaría de Educación de la Municipalidad de Buenos Aires, según lo publicado por el Diario Clarín en 1992, bajo el sugestivo título de: “CUANDO EL HOMBRE FABRICA TERREMOTOS”. (1)

En el mismo se expresa: “La estructura de la Tierra está formada por capas superpuestas, …llamadas placas tectónicas. Esas placas se mueven lentamente…Cuando la presión supera el límite de resistencia de la roca, esta se rompe y se origina una falla.

Tanto el choque o rozamiento de dos placas como la rotura de alguna de ellas se perciben como un terremoto o movimiento sísmico que puede alcanzar distintas intensidades.

Estas manifestaciones son naturales, pero ocurre que el hombre también está causando movimientos sísmicos. La formación de lagos artificiales, con el propósito de generar energía, produce en algunos casos, un fenómeno conocido como sismicidad inducida.

¿Por qué se producen?

Cuando se construye un embalse o una presa para frenar la corriente de agua de un río, se forma un nuevo y gran lago, que abarca una superficie mayor que la del río de origen.

Se generan, entonces, dos efectos: una mayor presión en el suelo y en el subsuelo del lago, y la infiltración del agua que se introduce en las rocas profundas; de esa manera, actúa como lubricante y facilita el desmembramiento y deslizamiento de aquellas. Estas parecen ser las causas de temblores que ocurrieron con epicentro en los embalses.

Un caso grave ocurrió en la India, en la década del 60, en que se produjo un terremoto en la zona de una represa que ocasionó muchos daños materiales. La región era considerada sísmicamente neutra y de antigüedad geológica suficiente para garantizar la estabilidad.” (2)

Con lo reproducido no se pretende afirmar que si o sí, los hechos mencionados, pueden llegar a producirse, generando angustias o temores injustificados.

Simplemente entiendo que esta campana, por la autoridad de quien la emite, debe ser tenida en cuenta en el caso de Yacyretá, pero sobre todo frente a potenciales emprendimientos que se quieran encarar en un futuro no muy lejano, de acuerdo a los anuncios que desde la Nación, las provincias o los medios de comunicación se dejan oir.

El principio de precaución (política de mantenerse prudentemente alejado) que debe regir en materia de obras, realizaciones y emprendimientos que pudieran afectar el ambiente, incorporado al derecho positivo argentino por la Ley Nº 25675 General del Ambiente, es un buen recurso de gestión ambiental, tendiente a evitar la comisión de actos que en un futuro no muy lejano tengamos que lamentar y cuyos efectos dañinos no podamos reparar.

Insisto en mi intención de no pontificar en torno a verdades irrefutables, simplemente aspiro a generar un debate saludable, maduro y serio en torno a temas sentidos que pueden terminar afectando la vida y la calidad de ella, de miles de personas.

Ref.:

1.- Mascheroni, Ricardo, “La Represa del Paraná Medio – Una Nueva Forestal”, edición del autor, Imprenta Lux, páginas 128, Santa Fe 1996.

2.- Op. Cit., La Represa del Paraná Medio, páginas 110/11.


Ricardo Luis Mascheroni

Docente e Investigador U.N.L.

0342-4591513

rimasche@yahoo.com